Psicópatas

La semana pasada comentaba aquí mi colega José Luis que le ha dado muchas vueltas al asunto del bien y del mal. Pensar en uno te lleva de la mano a pensar en el otro. Por eso me enganchó de inmediato un libro que me cayó en las manos en esos días, The Psychopath Inside , de James Fallon.
Fallon, que tiene en su haber una sólida carrera en el campo de la neurobiología, descubrió gracias a una serie de casualidades que reunía la serie completa de marcadores biológicos descrita como propia de los criminales psicópatas. Una de dos, pensó. O los marcadores no son tan específicos como yo creía y pueden aparecer en personas que de psicópata no tienen nada, o soy un psicópata encubierto. Resolver la cuestión le llevó varios años, a lo largo de los cuales dejaba de lado el asunto para retomarlo después y hacer un poco de introspección, alguna pesquisa en la historia de sus ancestros. Cuando por fin se decidió a hablar abiertamente de sus tendencias psicopáticas, tuvo un gran éxito en los medios (hay que verlo en YouTube) e incluso apareció representándose a sí mismo, como experto, en la serie televisiva Criminal Minds.
¿Qué es un psicópata? La mejor descripción es la de Robert Hare, que se ha dedicado a investigar la psicología criminal. Hare desarrolló una lista de veinte rasgos (la Hare Psychopathy Checklist o PCL-R) que abarca los aspectos interpersonal, afectivo, conductual y antisocial de la vida del sujeto; el examinador los busca durante una entrevista y los califica de 0 a 2 atendiendo a su pertinencia. ¿El examinado es locuaz, encantador y fanfarrón? ¿Tiende a aburrirse, necesita estimulación constante? ¿Es capaz o no de sentir remordimentos? ¿Acostumbra mentir? La lista completa puede verse aquí, en inglés y en español. Hare llama psicópatas a las personas que obtienen más de 30 puntos; las personas normales no suelen pasar de 5 puntos.
Lo central en el psicópata es la ausencia completa de empatía. Esas emociones que te asaltan (rabia, horror) si ves a un adulto golpeando a un niño o si visitas algún lugar de oscura memoria, como Auschwitz, las desconoce totalmente. Sabe que son poderosísimas en los demás, pero no las ha sentido nunca. Tampoco las que acompañan a la empatía hacia la ternura o la alegría de otros. Esas cosas no existen en su mundo. Lo mueve, en cambio, el afán de destacar y la pasión por el poder.
Esta disposición, y los estilos de vida que la expresan, han sido maravillosamente descritas en personajes literarios como el Ricardo III de Shakespeare, Long John Silver el pirata (La isla del tesoro), o Fiodor Karamazov (Los hermanos Karamazov). Realmente, el dolor de otros los tiene sin cuidado. La prevalencia de este tipo de personalidad, que no es igual al trastorno antisocial del DSM V ni está catalogada en este manual, se ha calculado en un 3% en hombres y 1% en mujeres. No todos son criminales: también hay financieros, políticos y ministros religiosos de mucho éxito.
Ahora sabemos que el cerebro de estas personas tiene un modo de funcionar característico. Los estudios con resonancia magnética funcional (fMRI), nos explica Fallon, muestran que en los psicópatas las zonas cerebrales encargadas de las respuestas emotivas no reaccionan a estímulos que normalmente provocarían una actividad intensa. Fue así, gracias a una fMRI registrada con otros fines, que Fallon se vió obligado (como diría Jung) a reconocer e integrar su sombra.
Pero, ¿están los psicópatas predestinados a la maldad, irremediablemente excluídos del misterio del amor que celebramos en estos días?
Continuará…

9 pensamientos en “Psicópatas

  1. Hola Elena,
    hablo desde el desconocimiento científico pero intentando responder a la pregunta con la que terminas este magnífico artículo contestaría que no. Quizás peco de inocencia pero creo que nadie puede estar predestinado irremisiblemente a nada pues, aunque la biología tenga su importancia y mucha, influyen otros factores conocidos o desconocidos. En medicina 2+2 en ocasiones son 5.
    Espero la continuación de tu artículo que seguro me aportará más información para responderla.
    Un saludo y Feliz Navidad.

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    • Fallon dice que para que el biológicamente predispuesto a hacer carrera criminal realmente tome ese camino, hace falta que sus primeros años hayan estado impregnados de violencia. No de la que ves en la TV, sino de la que se vive en carne propia. Y aún así…

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  2. Supongo que esa idea que tiene la mayoría de la gente, por el cine de el psicópata de inteligencia superdotada, sólo se da en eso psicópatas que comentas: financieros, políticos, líderes religiosos…, yo añadiría recordando una conversación de hace unos años: abogados de éxito, militares, empresarios. Psicópatas que jmás pisarán la cárcel porque de hecho jamás cometerán ningún delito, dado que saben como no hacerlo. El serial killer que al final acaba en la cárcel o abatido por la policía en las películas no es el «psicópata inteligente» de imaginario popular.
    Un 3% de la población masculina y un 1% de la femenina es mucho. Y en el caso de las mujeres psicópatas: mentirosas, manipuladoras y promiscuas sexuales (también lo son los hombres psicópatas, pero dado que la promiscuidad sexual es un rasgo más masculino sin que el que la practique sea psicópata, precisamente llama la atención en las mujeres) Hace unos pocos años tuve un encuentro con una de ellas (adolescente) y he de confesar que tuve verdadero miedo. Por suerte no era de la variedad inteligente.

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    • Ese miedo del que hablas es una reacción común ante estas personas. En tiempos revueltos, los de variedad inteligente tienden a convertirse en líderes y despiertan en sus seguidores una mezcla de temor, admiración intensa y sumisión total. Como sucedía, por ejemplo, con Stalin.

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  3. Sin duda un tema fascinante, que nos hace reflexionar sobre sí hay «remedio» para este tipo de personas, que muchas veces se esconden bajo la piel de un borrego

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  4. Me ha preocupado muy seriamente ver mi nombre en el primer párrafo de una página titulada «Psicópatas» :-) También, ver que si uno «Quiere realmente a su pareja» se lleva dos puntitos en su escalada hacia el dudoso título. Del resto, esperaré a leer la conclusión para opinar. ;-)

    Felices fiestas!

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  5. Leído lo leído, de momento callo… y espero con interés la continuación.
    Mientras tanto, aprovecho la ocasión para desearle a todos los presentes la mayor felicidad posible, incluidos los psicopatas (aunque no sean capaces de disfutarla jamás, supongo).

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